lunes, 9 de abril de 2012

Tengan animo, yo soy, no teman


Mateo 14:22-33

"Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca"

Esa frase suena casi a "Jesús obligo a sus discípulos a entrar a la barca y aunque ellos no entendian porque lo hicieron". La historia cuenta como despues se desato una tormenta y ellos pasaron largas horas con miedo a hundirse. Ya muy entrada la madrugada Jesús aparecio caminando sobre el agua y gritandoles "Tengan animo, yo soy, no teman!"

¿Te ha tocado entrar a una barca de forma casi obligada? Donde todas las circunstancias te forzaron a tomar ese camino y pasar por una tormenta. Y cuando más entrada esta la noche, ya por la madrugada, recuerdas pedir ayuda a Jesús. ¿Has estado en esa situación? Tal vez en una sala de espera o en una cama en el hospital; o sumando lo que has cobrado y descubriendo que no alcanzará este mes. ¿Has estado en medio de esa tormenta? Tal vez en un tu matrimonio, escuchando gritos y argumentos que simplemente no entiendes y donde solo quieres paz. ¿Te es familiar la situación? Y cuando es más tarde, cuando ya esta oscuro, cuando más tienes miedo una voz familiar te dice "Ten animo, yo soy, no temas".

Jeús no se limita en decir quien es. Él es "yo soy". Lo puedes ver en Exodo 3:14 cuando Dios dice "YO SOY EL QUE SOY". Jesús no se limita de decir que Él es Dios. Que el es el camino, la verdad y la vida. Que nadie puede llegar al Padre si no es por Él. Que Él es la puerta. Que el es la luz del mundo. Que el es la vida eterna.

Siempre en medio de la tormenta recuerda que en lo más oscuro, cuando es más tarde, es donde más puedes encontrar a Jesús diciendo "Animo, YO SOY, no temas". Si tienes a Jesús, tienes la victoria. Si tienes a Jesús, tienes la vida eterna. Puede ser que vayas en la cajuela de un auto donde te arrojaron unos encapuchados. Tal vez en la plancha de un hospital contando para dormir por la anestesia. En el asilo donde ya nadie te visita ó en una enfermedad terminal. Si tienes a Jesús ahi en medio de la tormenta, tienes la Victoria. ¡Viviras para siempre!

Más aún. Jesús te invita a confiar en Él, a pedirle: si tu dijeras una palabra yo veria sanidad. Si tu dijeras una palabra yo veria prosperidad. Si tu dijeras una palabra entonces veria libertad. Lo mismo dice Pedro en el versiculo 28 "Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas". ¿Estas listo para caminar sobre el agua? ¿Estas listo para que en medio de la tempestad abras tu boca para invocar al unico Rey de Reyes y Señor de Señores? A ese Dios celoso que te ama tanto como para dar la vida de su hijo, para que tu pudieras recibirle y así tener la Victoria.

Muchas veces el Señor ha dado esa palabra. Hemos salido de la cama del hospital. Encajuelados han sido liberados y en ocasiones sin un rasguño. Los gritos en un matrimonio se han convertido en un fuerte abrazo y un susurro que dice al oido "Te amo, perdoname". Y aún despues de haber visto el poder de Dios actuar sobre nuestras vidas de una forma tan maravillosa en que "caminamos sobre el agua" volvemos a dudar y nos hundimos y gritamos "Señor Salvame" (versiculo 30). ¡El sigue ahi! El esta extendiendo la mano, tomando la tuya y cuando nos ayuda flotar sobre el agua otra vez nos dice "Te falto fé. Dudaste otra vez". Pero no te entristescas si dudaste. Alegrate porque gritaste "Señor salvame" y el no suelta tu mano y juntos suben a la barca.

Dice la historia "cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento". Casi de la misma forma en que fuimos forzados a subir a la barca y que inicio la tormenta, esta desaparece cuando nos sujetamos a Él. Jesús quiere sujetar tu mano. Jesús quiere que le conozcas como el "YO SOY". Esto queda muy claro al ver el final de la historia: "los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios".

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