sábado, 17 de noviembre de 2012

El Arbol de la Piel


Se me ocurrió el nombre de este articulo "El Árbol de la Piel" porque así es como le llaman al Tepezcohuitle, un árbol que produce una corteza que te puede sanar de quemaduras que no sean muy profundas. Y se me vino a la mente este milagroso árbol pensando en las personas quemadas, específicamente una que amo mucho y que sufre trastorno bipolar, viviendo día a día con sus altos y bajos.

Todos tenemos altos y bajos. Ratos en que andamos más felices de la cuenta y llegamos a la oficina repartiendo sonrisas y hay momentos en que todo se ve gris y triste y por minutos ú horas no queremos saber de nadie, andamos depres. Pero al poco rato se nos pasan esos pequeños episodios de tristeza y felicidad. Pero cuando una persona "no se le pasan" y más aún, cuando le provocan problemas para funcionar entonces se diagnostica como trastorno bipolar, donde pueden pasar días o meses enfrentando profundos estados de depresión o altos niveles de manía. Ambos tan peligrosos como poder quitarse la vida o regalar todas sus pertenencias, salir de la casa y nunca regresar.

Pst, pst... oye Willy...¿Que tiene que ver todo esto con el Tepezcohuitle?

Todos los que vivimos en la costa y que tenemos el gusto de poder asistir a la playa con frecuencia sabemos lo que es andar quemado de la espalda. Llegas al trabajo o la escuela con un hermoso bronceado. Tus ojos se ven tan claros que parece que traes pupilentes. Tu cabello brilla cual si hubiera recibido dosis de radiación. Tu sonrisa después de un relax de fin de semana te delata. Fuiste a la playa y te bronceaste. Y tu belleza llama la atención y te da tema de conversación mientras robas unos minutos a la empresa en el área del café para platicar los detalles y todo es grandioso hasta que llega esa amistad amada, te saluda y te abraza dejando caer suavemente el brazo sobre tu espalda... ¡Hay! ¡Tengo la espalda quemada! Gritas casi arrojando el café caliente en su cara. Y es que "cuando tienes la espalda quemada simplemente no se ve". Y noten que lo puse con letra itálica y lo vuelvo a repetir "cuando tienes la espalda quemada no se ve".

- No importa cuan buenas intensiones tenga la persona que quiere abrazarte, duele...
- No importa si te dan un fuerte apretón o solo ponen un dedo en tu espalda, duele...
- No se ve, no huele, no se nota, quien lo sufre parece estar muy sano, pero le duele...
- A los demás les cuesta creer que algo te duela, tu bronceado dice otra cosa, dice descanso...

Bueno, así son las enfermedades mentales, nadie las ve, las personas parecen estar sanas, de hecho llevan una vida donde ni siquiera les queda quejarse pues tienen tanto tiempo libre y tantas oportunidades para hacer las cosas que simplemente cuesta creer que están enfermas. "Es chiflasón". "Lo que pasa es que te han mimado mucho". "Necesitad esforzarte más". "Tu puedes salir adelante sola". Estas son algunas de las frases de "aliento" que usan las personas que te aman, cuando en el fondo no hay nada que puedas hacer con tus fuerzas para "animarte". Simplemente tienes que seguir con el tratamiento. No dejar los medicamentos. No dejar de asistir a la consulta con el psiquiatra.

Pero bueno... y si ¿al estar quemados de la espalda y saber que nadie lo notará hiciéramos algo al respecto? Que tal asistir a la oficina con la espalda descubierta usando una playera de tirantes y todos embarrados de corteza de tepezcohuitle. La textura de la corteza dejándose ver entre las ámpulas de la quemada lograrían que todos notaran que "duele". Desafortunadamente todos sabemos que terminarías visitando la sala de café para platicar con la cafetera pues nadie te acompañaría. Durante el transcurso del día se te hablaría solo lo más absolutamente necesario, y es que rompiste una regla muy grande... dejaste ver lo que te duele... "Se ve grotezco". "Yo creo que huele feo". "No puedo verlo". Además, nadie viene y te dice "échale ganas", "si te esfuerzas la quemada se ira", "esa quemada es pura chiflasón, se lo busco por ir a la playa".

Bien, pues ya sabes lo que voy a decir ahora... lo mismo pasa con las enfermedades mentales. Cuando dejas ver lo que te duele, cuando haces saber "que estas quemado", recibes todas tus respuestas "de lejitos". "Ahí cuando sepa que estas bien vengo y te visito y nos vamos a echar un café". Solo algunos pocos siguen buscándote, hablándote, trabajando hombro con hombro y dándote verdaderas palabras de aliento.

¿Saldrás a la calle con una gruesa capa de Tepezcohuitle sobre todo el cuerpo de forma que todos noten que "duele"? Podemos hacer algo mucho mejor. Ya en el pasado alguien que nos ama paso exactamente por la misma situación. El quería platicar con todos sobre lo que hacia y estaba por hacer. Sobre los planes que su padre tenía para El. Pero aún hasta sus amigos mas cercanos lo abandonaron en el momento más difícil. Muchos inclusive le maldijeron. Pero sabes como respondió El. Dejo que todas nuestras heridas recayeran sobre El. Se quedo callado hasta el final y como tratando de darnos la corteza de un madero fue ahí mismo en un madero que consumo los planes que tenia para nosotros. Esto relata uno de sus amigos que fue de los últimos en darle la espalda justo cuando le arrestaron:

1ra de Pedro 2:21-24

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

El es el arbol de la pial, es el unguento fresco, hay que revestirnos de Jesús... Sigamos pues sus pisadas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario